La gran
revolución de Sigmund Freud fue la nueva manera de los humanos de vernos por
dentro a nosotros mismos. Su logro fue el descubrimiento de los principios
básicos de la psicología profunda al demostrar la existencia de una mente
inconsciente.
Creó un
modelo “dinámico” del funcionamiento mental para la comprensión del ser humano.
Un modelo basado en el principio de que dentro del individuo hay una serie de fuerzas
en conflicto y que los pensamientos, las emociones y la conducta, tanto la
adaptativa como la psicopatológica, son el resultado de estas fuerzas en
conflicto. Más aún, estas fuerzas existen en distintos niveles de conciencia y
algunas son completamente inconscientes. De tal modo, que la psicodinámica de
un individuo está formada por las distintas fuerzas conscientes e
inconscientes, por los motivos y los temores que operan en su interior. Así, en
el psicoanálisis se explican todos los procesos mentales en términos de
interacciones y colisiones de fuerzas psicológicas.
El psiquismo
se defiende de todo lo que le perturba, relegando ciertos contenidos al
inconsciente. Freud quedó fascinado por la idea de que la persona no podía
recordar muchos de los acontecimientos vividos y sobre todo la experiencia
emocional que los acompañaba.
Freud
pensaba que siempre existe una tensión entre el ser humano y el entorno de este
ser humano. Mejor dicho, existe una tensión, o un conflicto, entre los
instintos y necesidades del hombre y las demandas del mundo que le rodea.
El modelo freudiano
permite la explicación, tanto de fenómenos intrapsíquicos como también el
comportamiento interhumano. Freud Lo concibió no como un modelo de la
personalidad, sino como un método terapéutico para tratar trastornos psíquicos.
Ambos aspectos -modelo y terapéutica- se apoyan igualmente en el importante
papel que juegan las vivencias en la primera infancia, a partir de las cuales
pueden originarse conflictos que duran toda la vida o también una buena
adaptación.
Para Erich Fromm,
los postulados psicoanalíticos fundamentales son éstos: (1) La acción morbosa
neurotizante -provocadora de síntomas neuróticos o de rasgos de carácter
neurótico- determinada por los conflictos intrapsíquicos reprimidos. (2) La
acción terapéutica inmanente al descubrimiento de estos conflictos. (3) El
concepto del inconsciente en cuanto fuente de motivaciones para el hombre desconocidas
por éste. (4) La transformación del inconsciente en consciente mediante el
análisis de los sueños, las asociaciones libres y el análisis de los actos
fallidos. (5) Los conceptos de transferencia y resistencia.
Definición
de Fromm: “Yo definiría el psicoanálisis como la teoría psicológica que se
ocupa del descubrimiento del inconsciente”.